Memoria de un sueño - Capítulo 2 - El duende de la llanura (cont. 3)

 


Pasaron aquella noche, resguardados bajo techo y una vez de día, bestias y hombres se estiraron para escapar de las garras oníricas.

 

– Yo me quedo aquí, de guardia. No queremos que nos roben – dijo Phillippe después de bostezar.

– Buena idea – dijo Elefante.

– Mejor que hable con el ladrón, cara a cara – expuso Phillippe.

 

Elefante se recostó contra la columna que fue su apoyo durante la noche, cerró sus ojos, rascó su espalda y sonrió. A pocos metros, la araña se ejercitaba, doblando las patas, arriba y abajo en el aire para eliminar la tensión. Era un día largo el que afrontaban.


Memoria de un sueño

Andrés Gallego


Momentos musicales

Where the streets have no name - U2 - https://youtu.be/3FsrPEUt2Dg




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