CREDIBILIDAD

CREDIBILIDAD

     Ayer estaba andando por el centro de la ciudad, como Vera y yo solemos hacer muchas veces durante los fines de semana. Deambulando por entre cientos de personas, sumergiéndonos en el mar de gente que transita por aquí, en esta ciudad de interior. Ibamos hablando de aquel tema que yo siempre acabo hablando con la gente que me importa: si escribiera algo, en algún momento de mi vida, que alguien juzgase como capaz de ser leído en masa por otras personas, publicaría o no?.

     Más de una persona me ha respondido lo mismo, por ejemplo María o Marta o Vera, claro que sí, es tu idea y por diversas razones deberías hacerlo. Vera añadió que así llegaría a más gente, aunque creo que esa no es la formas más eficiente para acercarse a alguien. Otras personas directamente no creen que fuera capaz de hacer algo así, es decir, si llegara el momento en el que tuviera algo así en mis manos acabaría por publicarlo, sin duda. Pero yo creo que había que remontarse entonces a la cuestión más básica: qué supone publicar?. 

     En teoría, visto desde un punto de vista objetivo (imposible según otro amigo) sería liberar una idea de tal forma que esté disponible para todo el mundo en un formato asequible de encontrar y pagar. Pero claro, eso en mi opinión tiene un problema fundamental, la clasificación, el ponerle un nombre a lo que tenemos en nuestras manos. Parece mentira pero es asi de simple, es decir, leemos libros, los clasificamos como buenos y malos, recordamos frases presentes en ellos, se los damos a otras personas, los criticamos, etc, pero al final en nuestra mente lo clasificamos como ficcion, es decir, no tiene existencia real. El problema, en mi opinion, se centra en algo más elaborado: un libro, en la sociedad de hoy en día, es un producto, una historia encuadernada, las tapas, esa es la diferencia. Alguien (por ejemplo Vera) podría decirme "pero no deja de ser una historia" y yo diría aquello tan mío de "depende, define historia". Una historia puede ser el discurso de un amigo contándote el resultado de la última vez que se fue de juerga y lo mal que se levantó al dia siguiente pero también podría ser el relato de la vida de alguien a través de las cartas que envió y a quienes las envió, seguramente sería más realista (o más personal) que una biografía censurada para el gran público; incluso, el cuento (encuadernado) de ficción de un personaje embarcado en miles de aventuras (mis preferidos), todos estos podrían ser ejemplos de historias pero donde está la diferencia?, porque es evidente que la hay, en mi opinión está en el acercamiento, tu no crees que eso exista en la realidad por el simple hecho de ser un libro.

     Es aqui donde entra de lleno el tema de la credibilidad: si lo que me estan vendiendo es algo que no existe, lo hago porque me gusta imaginarme cosas que no tienen incidencia directa sobre la realidad, darle alas a la imaginacion. Pero que ocurriria si algun dia te tropiezas con un libro que habla de algo tangible, de algo que podria pasar perfectamente pero por ahora no lo hace, te lo creerias o simplemente lo clasificarias en tu cabeza como una quimera?, como algo que no tiene base o manifiestamente improbable. Yo me inclino por lo segundo, estamos tan acostumbrados a que nos cuenten historias que ya no sabemos distinguir ni la realidad. En mi opinion a todos nos gusta que nos cuenten historias porque eso es lo que, al final, creemos que son, historias. Sin embargo, que hay de las historias que se han transmitido de boca en boca, de los cuentos que hemos escuchado mas de una vez, son tambien historias pero eso se queda en el ideario colectivo, es curioso, no se van aunque no esten escritas. Esa es la razón por la que no creo en la publicación como medio de difundir, es como si le estuvieras poniendo puertas al monte. En resumen,si publicas estas estandarizando, la palabra que Vera no entendía, bueno... en realidad no entendía nada de la idea porque no le veía la lógica jejejeje.

     Un buen ejemplo de la dualidad publicar/no publicar para mí es la institucionalización de Podemos. Antes era una idea, una respuesta a lo que la ciudadanía pensaba y al hartazgo que esta  sociedad (mal?) organizada está creando entre la gente. Antes no hacia falta poner las noticias para enterarse de lo último que el grupo había dicho, ahora tenemos que seguirlos por los medios. Ahora son parte del "populismo", en palabras de alguien que hace tiempo que está domesticado.