COMPAÑEROS DE VIAJE
COMPAÑEROS DE VIAJE
Un dia iba en la furgoneta con húngaros, búlgaros y polacos. Extraña mezcla. No es un chiste y no conducía la guardia civil. La cuestión es que se me ocurrió, en ese momento, que aquella era mi idea de Europa. Se lo dije a estos compañeros. Sonrieron, aunque me parece que la frase que cruzaba sus cabezas se asemajaba a "ya está el español, desvariando como de costumbre".
Lo de arriba ha sido una constante en mi vida. La cantidad de gente, al igual que los mencionados, atravesando ésta, no ha parado de aumentar. Además en las formas menos esperadas. Provocó el hecho, una bilocación en la que el corazón estaba en un sitio pero la mente en otro y viceversa, al alternarse lugares y motivaciones. Existo en busca de sentido para las cosas que me pasan y la realidad, a veces, se escapa del plan. Es por ello que personas que conocí, como Miguel Ángel y Vera, hacen que salte la banca o incluso se la cargan aunque lo mejor es cuando las que ya conoces, cambian y toman otro camino para nuestra sorpresa.
Yo creo que Bruce Lee se refería al vaivén anterior cuando hablaba de ser flexible. Un junco en la corriente. Hay que identificar el desfase entre lo que pensamos y lo que es, aceptarlo, investigar las posibilidades que ello encierra y observar el camino de los acontecimientos. No es necesario nada más. El primer paso, la identificación, es la consciencia de lo que ocurre pero el segundo, a mi entender, es el más complicado. De hecho, en varias fases me he encontrado con la idea de que era un perro que forcejeaba con el hueso del que otro tiraba hasta el punto en que me di cuenta de que en el otro extremo estaba yo. Ahí se perdió parte del encanto que le encontraba al noble arte de perseguir y comprendí eso que repito (pobres lo que me escuchan) hasta la saciedad de "la única forma de ganar a un juego es no jugando". Otra cosa es que estemos en él por pasárnoslo bien.
Al soltar el hueso, la ansiedad en las colas, la carrera sin cerebro o los palos de ciego, todo ello, como la prisa para un tanatopractor, desaparecieron. Ahora, en el camarote-vagón-cabina en que viaje, la puerta está abierta por si se acerca algún compañero nuevo de viaje.
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